BOOTS
La reciente cancelación de "Boots" (Reclutas) en Netflix no es solo un tema de audiencias; es un acto de censura cultural. Mientras que el cine bélico clásico nos ha acostumbrado a ver la guerra como una "forja de hombres", esta serie nos mostró que, en 1990, el uniforme era en realidad una mordaza.
Analizo la historia de Cameron Cope, la traición del Sargento Sullivan y por qué las instituciones prefieren soldados que sean "máquinas de matar" antes que seres humanos diversos.
No se trata de vivir de rodillas, sino de vivir en silencio. 🕯️
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BOOTS
El Uniforme del Silencio: Crítica a "Boots" (2025) y la Paradoja de la Identidad
La reciente cancelación de la serie "Boots" (Reclutas) en Netflix, apenas dos meses después de su estreno en octubre de 2025, no es solo un movimiento financiero; es un síntoma cultural. Situada en 1990, la historia de Cameron Cope (interpretado por Miles Heizer) nos sitúa en el umbral de una era de silencio institucionalizado. Si bien el mundo suele recordar la política de "Don't Ask, Don't Tell" como un "avance", la serie nos recuerda que para el soldado, esto no fue una liberación, sino una mordaza. No se trataba solo de vivir de rodillas, sino de vivir con el alma amordazada mientras se jura lealtad a una bandera que te ignora.
El Elenco del Silencio y la Traición Familiar
La trama se sostiene en el carisma de Cameron, un joven de 17 años que busca en el Cuerpo de Marines la estructura que su madre, Barbara Cope (Vera Farmiga), le ha negado. Barbara es un personaje fascinante por lo deleznable: una mujer materialista que prefiere mercantilizar la supuesta "muerte" de su hijo para ganar estatus social antes que enfrentarse a la realidad de quién es él.
Junto a Cameron está el Sargento Sullivan (Max Parker), el instructor que carga con el fantasma de su propio pasado en Fort Riley. Sullivan es un hombre perseguido por sus propias Erinias: traicionó a su amado militar para sobrevivir en la jerarquía. Al ver a Cameron, Sullivan no ve a un recluta, sino su propia historia repitiéndose. Su consejo de "callar" no es maldad, sino un instinto de supervivencia traumático.
La Paradoja de la Violencia: ¿Por qué el Pentágono condena "Boots"?
Resulta revelador comparar la recepción de Boots con clásicos como Apocalypse Now de Coppola o Full Metal Jacket de Kubrick. En esas obras, la violencia es extrema y la crítica al sistema es feroz, pero el Pentágono suele tolerarlas porque la crueldad es vista como un subproducto de la "dureza" guerrera.
Sin embargo, cuando una serie basada en las memorias reales de Greg Cope White introduce la identidad sexual, la institución reacciona con hostilidad. Para el alto mando, es aceptable mostrar a un soldado convirtiéndose en una máquina de matar, pero es "inaceptable" mostrarlo como un ser humano diverso. La etiqueta de "basura woke" que el Pentágono puso a la serie es un mecanismo de defensa para evitar que el mito de la masculinidad monolítica se desmorone. Prefieren el horror de la guerra a la honestidad de la piel.
Conclusión
La serie termina con la compañía preparándose para el conflicto en el Golfo. El "éxito" de Cameron es agridulce: ha logrado entrar al ejército, pero al precio de amputar su verdad. La mordaza ha triunfado. Boots deja un mal sabor de boca no por su calidad, sino por su veracidad: nos muestra que, incluso bajo el uniforme de la libertad, el silencio sigue siendo la orden más estricta.
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